04_ REFORMAR EL BANCO MUNDIAL

1. DEMOCRATIZAR EL SISTEMA DE VOTO DEL BANCO MUNDIAL

En una sociedad democrática, hace falta partir del siguiente principio: aquellos que se ven afectados por una decisión deben poder participar en el proceso por medio del cual se toma esta decisión.

Hoy, el Banco Mundial toma decisiones que afectan a todos los países pobres y emergentes. Por lo tanto, estos países deben poder participar en las decisiones que toma el Fondo.

La única manera de conseguirlo es que el sistema de voto sea más democrático: que no dependa exclusivamente de la cuota que aporta el país al capital del Banco Mundial, sino de otros criterios no estrictamente financieros.



2. IMPULSAR EL FONDO MUNDIAL CONTRA LA POBREZA

Si el Banco Mundial financiara los países pobres por la vía de transferencias en vez de hacerlo por la vía de créditos blandos, el propio Banco funcionaría a la manera del Fondo Mundial contra la Pobreza (ver Bloque 1_12). En efecto, el Banco Mundial, en este caso, funcionaría como un sistema multilateral, basado en transferencias y con fondos suficientes para financiar las necesidades básicas de los países pobres.

Aun así, para que el Banco pudiera asumir estas políticas de financiación en base a transferencias, sería necesario establecer un sistema tributario internacional (ver Bloque 1_13). Así, la transformación del Banco en un Fondo Mundial contra la Pobreza debe ser necesariamente paralela a la creación de impuestos mundiales.


3. ACELERAR EL PROGRAMA DE CONDONACIÓN DE LA DEUDA (HIPC)

En la medida que el Banco Mundial ha sido una de las instituciones que ha apadrinado el programa HIPC, hace falta que impulse su mejora, para que sea más efectivo y beneficie a más países endeudados.