_04 HACER QUE LO NEGRO SE VUELVA BLANCO

A causa del secreto bancario -es decir, de la opacidad amparada por la propia legislación de los paraísos fiscales- los gobiernos de estos Estados no pueden conocer la identidad de los titulares de las cuentas de los bancos domiciliados allí, ni de donde proviene el dinero que ocultan. Esta falta de transparencia es la que hace posible la evasión fiscal.

Pero, además, el secreto bancario permite que los paraísos fiscales sean normalmente el refugio del “dinero negro”, aquél que se consigue al margen de la ley. Allí recalan los beneficios procedentes de los negocios criminales: el tráfico de armas, de drogas o de personas, el terrorismo internacional o la corrupción política y los sobornos. Los paraísos fiscales son la vía que utiliza este dinero para “blanquearse”, es decir, para volver al circuito económico como dinero legal.