_04 DEUDAS ODIOSAS

¿Qué pasa cuando los países pobres que piden préstamos tienen un gobierno dictatorial? Durante la Guerra Fría, la Etiopía de Mengistu, el Congo de Mobutu o el Níger de los militares corruptos -para poner sólo tres ejemplos- recibieron créditos millonarios de los bancos o de los gobiernos de los países ricos y los utilizaron para financiar sus políticas represivas, llenas de atrocidades contra los derechos humanos, o para acumular inmensas fortunas personales.

Cuando han caído estas dictaduras, los nuevos gobiernos democráticos han heredado los créditos que habían contraído aquellos dictadores. En principio, los tendrían que volver con los impuestos que pagan sus ciudadanos. Sin embargo, es inmoral exigirle a alguien que pague la deuda que sirvió para reprimirle a él o a sus familiares. Por eso, es conocida con el nombre de “deuda odiosa”. Hoy, los chilenos están devolviendo las deudas contraídas por Pinochet y los sudafricanos las deudas de los gobiernos del apartheid.

Las “deudas odiosas”, cuando los países pasan de la dictadura a la democracia, se tendrían que condonar automáticamente y sin ninguna condición. Así lo tendrían que establecer las Naciones Unidas formalmente. De este modo, además de acabar con las “deudas odiosas” del presente, se evitarían nuevas “deudas odiosas” de cara al futuro. Porque los acreedores no se arriesgarán a conceder un préstamo a un dictador, si saben que no lo podrán cobrar en caso de que caiga su dictadura.