_03 EL FONS MONETARI INTERNACIONAL


El Fondo Monetario Internacional (FMI) es una organización financiera internacional que agrupa la mayoría de estados del mundo: 187 países en total. Nació tras la Segunda Guerra Mundial, el año 1945, bajo la inspiración intelectual de Keynes.

Keynes descubrió que los mercados, por sí solos, no garantizan la plena ocupación. Hace falta que el gobierno intervenga en la economía y active la demanda para que la economía crezca y desaparezca el paro. Sin embargo, una parte de esta demanda depende de las exportaciones. Por lo tanto, el crecimiento económico de cada país dependerá parcialmente del comportamiento del resto: cuando un país recorta sus importaciones, está perjudicando el crecimiento del resto de países.

Keynes propuso la creación de un FMI para garantizar que todos los países estén en condiciones de importar al máximo, lo cual significa que todos ellos puedan exportar al máximo y, de esta manera, promover la plena ocupación a su interior.

OBJECTIVOS

Por esto, los objetivos oficiales del FMI son:

• garantizar la estabilidad en el sistema monetario internacional -es decir, facilitar el sistema de pagos internacionales y la estabilidad de los tipos de cambio que permite a los países efectuar transacciones entre sí-.

• facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional

• conceder créditos a los países miembros que tengan dificultades en su balanza de pagos -es decir, que tengan dificultades para pagar sus importaciones-

• acortar la duración y disminuir el desequilibrio en las balanzas de pagos de los países miembros

• a cambio de conceder los créditos, el FMI y el país beneficiario formulan un programa de políticas, de modo que la continuidad de la financiación está condicionada a la implementación eficaz de este programa

Todos estos objetivos están interrelacionados entre sí. La estabilidad en el tipo de cambio entre divisas es una condición imprescindible por fomentar el comercio internacional. Lo mismo se puede decir de los créditos por tal que los países puedan corregir sus problemas en la balanza de pagos.


FILOSOFIA ORIGINAL

El objetivo de Keynes era evitar que la recesión de un país no acabara contribuyendo a la recesión de otro, y así sucesivamente. Cuando un país afronta una recesión, según Keynes tiene que expandir el gasto público por tal de recuperar el crecimiento. Si no lo hace, este país importará menos y, de esta manera, frenará las exportaciones -y el crecimiento- del resto de países. A su vez, estos países, al ver reducido su crecimiento, también importarán menos: así se puede generar una espiral recesiva que se vaya retroalimentando.

Pero para hacer políticas expansivas, los países necesitarán financiación exterior. Por esto hacía falta, según Keynes, un Fondo Monetario Internacional: para conceder créditos a los países en recesión que los permitan activar el gasto público y sostener su demanda. De esta manera, el FMI debía ser el instrumento encargado de garantizar la demanda a escala global -que no es más que la suma de la demanda de todos y cada uno de los países- y, por lo tanto, el crecimiento de la economía mundial en su conjunto.


EL GIR NEOLIBERAL

Sin embargo, a partir de los años 80, el FMI quedó impregnado de las teorías económicas neoliberales, según las cuales los gobiernos no deben intervenir nunca en la economía. Según el neoliberalismo, cuando un país entra en recesión, hay que dejar que las fuerzas del mercado actúen por sí solas para que aquella economía recupere el crecimiento. Pero entonces, si los gobiernos ya no deben hacer políticas expansivas, ya no hace falta un FMI que les conceda créditos para financiar su gasto público.

Así, el FMI hizo un cambio radical: abandonó su filosofía keynesiana inicial y se convirtió en un enemigo de la intervención de los gobiernos y de las políticas expansivas. En los últimos treinta años, cuando las economías de los países pobres y emergentes han sufrido situaciones críticas -ya sea una recesión o una desaceleración grave- y los gobiernos de estos países han acudido al FMI, éste, a cambio de conceder sus créditos, ha impuesto una serie de Condiciones que siempre han seguido el mismo patrón: muy especialmente, privatizar el sector público y recortar el gasto público para reducir aceleradamente el déficit público. Pero estas políticas, contractivas, en vez de favorecer el crecimiento económico lo dificultan.

Como escribió Stiglitz: “Se intentó que el FMI, en su concepción original, ejerciera una presión a los países para que aplicaran políticas más expansivas que las que escogerían por sí solos. Hoy el Fondo ha invertido su rumbo, y presiona a las naciones, sobre todo a las subdesarrolladas, para que apliquen políticas más contractivas que las que aplicarían por sí solos.” (El malestar en la globalización, 2002).

SISTEMA DE VOTO

Los votos de cada país son proporcionales a su cuota, es decir, del capital que aportan al FMI. La cuota de cada país depende de su peso en la economía mundial.

Las decisiones normales requieren una mayoría del 70% de los votos. Pero las decisiones más importantes necesitan una mayoría “supercualificada” del 85% de los votos. Dado que los Estados Unidos tienen más de un 15 % de los votos (16.74%), a la práctica disponen de poder de veto sobre todas las decisiones importantes: es imposible lograr una mayoría del 85% sin su participación.